PROCESADO DE LA MIEL SIN AGUA
En el procesado de miel sin agua no se utiliza realmente ni una gota de agua. Las cerezas de café se pelan tras la recolección y los granos se secan con el pergamino y, sobre todo, con la pulpa en la superficie. Es el llamado "mucílago". A continuación, los granos de café se extienden en las llamadas camas africanas. Las camas africanas están hechas de bambú y el café se seca en ellas durante 15 a 20 días. Durante el proceso de secado, los granos deben rastrillarse y voltearse. Sobre todo los que tienen más pulpa. El café que no se rastrilla lo suficiente puede enmohecerse. Por la noche, los granos se cubren con una sábana para evitar que se mojen.
El café y su sabor final varían en función de la cantidad de pulpa retenida. La cantidad de pulpa puede apreciarse por el color del café seco. El café sabe ligeramente distinto en cada variante. Todos estos métodos son populares en América Central.
- Miel negra: 90-100% - gran cantidad de pulpa
- Miel roja: 90-100
- Miel amarilla: 20-50
- Miel blanca: 0-20% - pequeña cantidad de pulpa.
PROCESADO DE LA MIEL CON AGUA
Este método también se denomina despulpado - natural. En las granjas, este método utiliza menos agua que el método húmedo. Es muy popular en Brasil. En este método, las cerezas de café entran en un baño de agua, como en el método húmedo. A continuación, las cerezas pasan a las máquinas peladoras, donde se les quita la piel superior y la pulpa. Las cerezas de café así tratadas se lavan una vez más. A continuación se secan al sol, como en el método seco.
El pergamino que queda en el grano de café se elimina mecánicamente. Se retira con una máquina que golpea suavemente los granos para eliminar la pulpa o con piedras de moler.
EL SABOR DEL CAFÉ RESULTANTE
Si prueba el café procesado con el método de la miel, sabrá a miel y azúcar de caña. El café procesado con este método tenderá a ser más dulce, con poca acidez pero un cuerpo fuerte.
El dulzor y la profundidad resultante del café dependen no sólo de dónde se haya cultivado el café, sino también de la cantidad de pulpa que haya quedado antes del secado. Cuanta más pulpa, más dulce es el sabor.